La realidad que vivimos hoy en el trabajo, se destaca por un entorno cambiante y complejo. Este panorama es un reto para las organizaciones y hace reflexionar a los líderes y a las empresas sobre qué modelos de gestión y de liderazgo son los más efectivos para motivar y retener talento. A pesar de que otras empresas puedan ofrecer mejores salarios y beneficios, la clave real está en un liderazgo centrado en las personas.
El liderazgo centrado en personas es un estilo de liderazgo en el que las personas son la prioridad. Una filosofía que se enfoca en crear un ambiente laboral en el que los empleados se sientan valorados y motivados, donde se promueva el desarrollo de las competencias, el bienestar y el crecimiento personal de los empleados. Tiene como objetivo maximizar el potencial de las personas. Puede ser altamente efectivo, no solo en términos de aumentar la satisfacción y la motivación de los empleados, sino también en términos de mejorar la productividad de una empresa.
¿Cuáles son las características de un líder centrado en personas?
Estos líderes son personas que se centran en conocer y conectar con sus empleados de forma individual. Conocen aspectos de cada empleado cómo son: sus fortalezas, motivaciones, preocupaciones, aspiraciones y necesidades. Se destacan mayormente por las siguientes características:
1. Tienen un interés genuino en las personas: buscarán generar las condiciones para promover un equilibrio entre el bienestar personal y profesional de sus colaboradores.
2. Tienen un alto grado de empatía: escucha y no emiten juicio, evitan hacer suposiciones o estereotipos sobre la otra persona y tiene la capacidad de tomar una acción concreta para ayudar a la otra persona basado en sus necesidades.
3. Son vulnerables y honestos: están conectados con sus emociones y sentimientos y son capaces de transmitirlos a su equipo de forma asertiva y congruente.
4. Tienen valentía y voluntad: están dispuestos a enfrentar situaciones en las que no se sabe con certeza qué sucederá y son perseverantes ante la adversidad y persistentes en la consecución de objetivos a pesar de los obstáculos y los fracasos.
5. Creen en las personas: Confían en cada persona de su equipo, entendiendo que ca da uno hará su mejor esfuerzo para lograr los resultados deseados.
6. Aman el Feedback: Están comprometidos con la mejora continua. Piden constantemente “feedback” para mejorar, así como buscan momentos para proveer “feedback” constructivo que permita el desarrollo de las personas.
7. Inspiran en lugar de forzar: A través del ejemplo, inspiran a las personas a dar lo mejor de sí y a optar por realizar las tareas que les permitan cumplir con los objetivos trazados, en lugar de verse obligados a realizarlas por la imposición del líder.
8. Mantienen la calma en la incertidumbre: Entienden que las cosas pueden salirse de control y buscan generar calma en las personas para que, con la mente más tranquila, puedan pensar en opciones que les ayuden a llegar juntos a su destino.
9. Actúan en congruencia: Sus intenciones y las cosas que dicen están respaldadas por sus acciones.
10. Agradecen y reconocen constantemente: Conocen la importancia no solo de reconocer y agradecer los resultados, sino también los buenos comportamientos. Porque los líderes centrados en el ser humano saben como sus colaboradores se sientan valorados.
En conclusión, un líder centrado en personas es aquel que pone a su equipo en primer lugar y trabaja activamente para ayudarles a alcanzar su máximo potencial. En lugar de enfocarse únicamente en los resultados y las metas, se preocupa por el bienestar de cada uno de sus colaboradores y crea un ambiente de trabajo positivo y motivador para alcanzar niveles d e éxito que nunca antes creyeron posible. Además, este enfoque ayuda a fomentar una mayor colaboración y compromiso dentro del equipo.
Te invitamos a fluir en una reflexión y que puedas analizar dónde estás TÚ respecto a estas características.
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